Article de l’historiador Francesc Carreras Candi sobre la mort d’O’Donell, el cadàver del qual va ser arrossegat fins a la Rambla

Data inici: 24/01/1936

Data final: 24/01/1936

Segle: XX

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Contingut:

(…) Era el 4 de enero de 1836 cuando los asalariados de siempre, vociferando vivas y mueras, se dirigieron a la Ciudadela en son de amenaza. Allí mandaba el general Pastora, actuando de segundo cabo Antonio María Alvarez, al parecer comprometido en el complot.

Entraron los revoltosos en la fortaleza, donde ninguna medida se había tomado para atajarles el paso. Ya en el interior de la Ciudadela irrumpieron contra los prisioneros carlistas y tomando las llaves de sus calabozos los pasaron a cuchillo uno a uno. La hecatombe la inició el bravo coronel de caballería Juan O’Donnell, el primero en sucumbir y contra quien, al parecer, iba principalmente dirigido aquel motín.

Dicho militar era hermano de Leopoldo O’Donnell, que tanto elevó el partido liberal. Se le cree gran amigo de Pastora, por haberle mejorado la lobreguez de la cárcel. Al escuchar la gritería de los asaltantes, pidió por favor que, al menos, le facilitasen una espada, para morir defendiéndose y no vilmente acuchillado como una bestia dañina.

Muerto O’Donnell, echaron su cuerpo al foso de la fortaleza, arrastrándolo luego por nuestras calles hasta la Rambla, y a semejanza de lo actuado medio año antes, con el general Bassa, levantaron una hoguera y convirtieron el cadáver en cenizas. (…)