«Rambla sin flores»

Data inici: 08/06/1971

Data final: 08/06/1971

Segle: XX

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Contingut:

No precipiten el susto, les ruego, que todavía hay flores en las Ramblas. Y ojalá duren.

Han llovido esos últimos tiempos artículos y comentarios sobre la amenaza de desaparición de los puestos de flores de las Ramblas. Los titulares de los que tengo a la vista son: «La Rambla de las Flores», «Las floristas de las Ramblas en peligro», «Desánimo entre las floristas de las Ramblas» y «Las floristas de las Ramblas en peligro de desaparición”.

Y leo y oigo (por la televisión) que ellas dicen:
—Los impuestos nos hunden.

Y hablan de una presión fiscal que el negocio no puede soportar.

¿Será verdad esto? He de creer que lo es. Porque, si no lo fuera, ¿a qué viene decirlo tanto? Y si es verdad, como mi buena fe cree que lo es, ¿es que el fisco municipal se ha propuesto dejar las Ramblas sin puestos de flores?

La verdad es que esas amenazas no se entienden. Leí hace ya un tiempo que el modista Pertegaz decía que estaba pensando si cerraba o no su casa de Barcelona y que este año no presentaba colección. Y daba esta razón: «los impuestos me agobian».

Leía la «carta al director» de un hotelero. Decía que en Barcelona un hotel es negocio ruinoso por culpa de los impuestos. Entre ellos el impuesto municipal de radicación. Y ahora las floristas.

Calculo así: Supongamos que el señor Ayuntamiento cobra, de las floristas, 100. Si esta cifra se les lleva a las floristas la alegría del beneficio y dejan el negocio, ¿cuánto cobrará el señor Ayuntamiento? ¡Nada! ¿Qué habrá ganado, pues? iNada! Y habrá perdido lo que podía seguir ganando con un impuesto más soportable. Porque si el impuesto se reduce a la mitad, las floristas recuperarán la alegría del beneficio, continuarán y el señor Ayuntamiento continuará ganando algo.

Quiero decir que no entiendo que un negocio pueda arruinarse por culpa del impuesto. No alcanzo a comprender esta posibilidad.

Nadie trabaja sino es para ganar, en paz, sosiego y alegría, algún dinero. Si sólo se gana para pagar los impuestos, ¿quién continuará trabajando? Si yo me encontrara en este caso creo que lo que haría sería buscar, por todos los medios y a través de todas las influencias, un empleo municipal. Y que se pusieran a vender flores los campeones del sacrificio.

Creo que los barceloneses, todos más o menos ramblistas un día u otro, debemos rogar al señor Ayuntamiento que le dé la vuelta al tema y que, en vez de agobiar con impuestos a las floristas, las subvencione. Como uno de los embeIlecimientos que son de nuestra ciudad.

De veras que a muchos nos gustaría tener, de todo esto, datos más exactos y ver las cuentas claras. Y si tienen razón las floristas, pues… creo que seríamos muchos a no acabar de comprender el proceso financiero municipal.

Muchos buenos cIudadanos de nuestra querida ciudad de Barcelona, con las Ramblas vestidas siempre de gala y con los puestos de flores en donde los hemos vIsto siempre desde hace… tantos años como empezamos a mirar.

Y a ver si esto se arregla de una vez, ¡sagitario! (es mi signo zodiacal y lo uso, a veces, así, como taco inofensivo).

Noel Clarasó