Sobre els arbres de la ciutat i els de la Rambla també en particular

Data inici: 15/03/1890

Data final: 15/03/1890

Segle: XIX

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Contingut:

(…) Las grandes vías; hemos dicho, deben ser las arterias que nutran de aire, de sol nuestras calles y nuestras viviendas. Pero las grandes arterias se cierran á veces y entonces resultan inútiles para su destino; y es al caso que nuestra ciudad ha llegado á tener horror al vacío, debiendo entender por vacío los grandes espacios, la libertad en la circulación del aire. Una grande avenida tenemos, la Rambla; anchurosa vía por la cual enorme caudal de aire podría circular produciendo la purificación de la misma y de las notables calles que á ella abocan, pero la Rambla sufre aquella enfermedad que llamamos los médicos la trombosis y que hace que resulte inútil en este concepto; la Rambla está obstruida por los venerables plátanos y así si bien resulta muy hermosa, no sabemos si es tan útil para la salud. Esto nos obliga á decir algunas palabras acerca del arbolado en general en lo referente á nuestro tema.

Creemos que se ha llegado á la exageración en las plantaciones de plátanos en Barcelona. Arból que encuentra una vida especial y lozana en nuestra ciudad, ha invadido de tal manera las calles que en ellas no hay que admirar las lineas arquitectónicas y severas de nuestras edificaciones, las lejanas cumbres de les montes vecinos, ni siquiera el azul de nuestro hermoso cielo, no, aquí no se pueda hacer más que contemplar plátanos, plátanos y más plátanos. Incidentalmente hablaré de la parte estética del asunto y sólo haré constar como pura impresión que respecto de la visuai me deleito mucho más ahora contemplando la calle de Pelayo con la Universidad que la corona y con la cúspide de San Pedro Mártir, a lo lejos, lo mismo que la de Fontanellas que no cuando esas dos calles eran como otras tantas, dos hileras de árboles y al contemplar desde el Paseo de Gracia por ejemplo, la calle de la Diputación cuyo arbolado la cierra completamente, me parece encontrar menos belleza de la que ofrecería calle ya tan edificada á poder verla en su modo de ser real. Y sino, dígase si ofrecerían la Puerta del Angal y Plaza de Santa Ana, la antigua del Borne y la de la Universidad, el bello aspecto que ahora si hubiesen tambien sido tapadas por árboles y en particular si fuesen muchos y de grande altura? En este punto de vista creemos el arbolado y aun el plátano, embellece en vías como el Paseo de Gracia, la calle de Cortes, Paseo de San Juan, las Rondas si se quiere y aún la Rambla, pero no permitiríamos los plátanos gigantescos que todo, lo cierran y obturan, sino recortados de manera que quedasen bajos y separados lo más posible de las habitaciones, para que cumpliesen con el objeto de embellecer y aun procurar alguna sombra en verano sin los inconvenientes de cerrar las visuales del transeúnte y servir de cortinas permanentes y obligadas á las ventanas y balcones. Para las demás calles entendemos que ó deban quitarse ó sustituirse con otros arboles menos invasores.

(…)